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Serpentina
Satélite
Nothing to Say
Trip in Time
(2008)
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El
Perú siempre se ha caracterizado por tener a su haber una
historia musical potente y sabrosa (posiblemente el país
más sicodélico de Sudamérica). A fines de los
60´s y principios de los 70´s, El Polen, Traffic Sound,
Los Saicos, Juaneco y su combo y Los Diablos, entre otros, daban
que hablar en diferentes escenarios y públicos. En los 80´s
y 90´s Hipnoascención y Silvana, daban cátedra
con su sonido shoegazer; y en los 2000, nombres como Wilder Gonzales,
Tica o Cristián Galarreta, se han encargado de cimentar el
camino (en tiempos iguales de duros) para que nuevas bandas y proyectos
salgan a la luz del mundo.
Para Perú, dicha tradición
sicodélica puede que no sea casual. Historias de construcciones
milenarias, Amazonia, mar, cordillera, desierto, gastronomía,
folklore (pueblo-gente y conocimiento), drogas, maestros shamanes
y alcohol, son parte de los genes del pueblo y a lo mejor sean los
factores claves para siempre estar donde las papas queman.
Los Serpentina Satélite al
igual que los antes citados cultivan esa tradición histórica
y se mueven por las vertientes sónicas del Krautrock y del
punk más primitivo como podrían ser el sonido de Stooges.
Todas estas influencias se ven representadas con una formación
básica de rock (batería, bajo, guitarra y voz) en
donde los rasgueos de la guitarra pareciesen vidrios cortando tus
venas y sustentado con una base muy marcada de bajo y batería
que logran ir llenando los espacios e ir generando el volátil
wall of sound. La banda por su parte trabaja tanto en la estructura
musical como en la improvisación. A lo mejor, si estuviesen
en los EEUU estarían tocando con certeza junto a bandas como
Awesome Color.
Desde
este lado del mundo no recuerdo haber escuchado una banda con una
propuesta tan energética como esta y posiblemente fue uno
de los discos sudamericano del 2008. Los Serpentina Satélite
tampoco están descubriendo la pólvora pero si dan
efectivas muestras de que con inteligencia y creatividad, se puede
lograr un buen producto final.
Lamentablemente,
la conexión entre escenas musicales en Sudamérica
no se da por problemas geográficos, de distancia, comunicacionales
o bien económicas y la información que se recibe solo
se da a través de las famosas redes de contacto. Es de esperar
que las escenas entre países del cono sean cada vez más
potentes y así poder alguna vez generar un circuito de bandas,
pero todo esto se podrá ver sustentado solo con las buenas
intenciones, la buenaventura, la honestidad y la transparencia de
los que quieran subirse al carro.
Alvaro
Daguer Ahumada.
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